
La glamurosa isla de las Antillas Francesas, Saint Barth, posee un mágico cielo azul, envuelto con aguas cristalinas de fina arena blanca y grandes palmeras que le protegen de un radiante sol tropical en pleno mar caribe. Esto no es lo único que le hace ser una de las islas más deseadas y chic por el jet set europeo y norteamericano, sino sus atractivas villas lujosas donde el descanso fuera de la multitud y paparazis está garantizado, además de las refinadas firmas de moda que acompañan al estilismo de la gama alta que posee la isla.
En Saint Barth, los pasatiempos y descansos son tan elegantes como la isla, por ello, este destino es para quienes quieran perderse en el prestigioso mundo mágico en medio del mar caribe mantenido su privacidad.
El tiempo se detiene ante uno de los refugios del lujo vacacional
Gustavia
La capital de Saint Barth, Gustavia, pequeña y encantadora reviste con su verde vegetación las casas de tejado rojo que se encuentran en medio de un ambiente azulado y un puerto con yates y velas de alta gama, ofreciendo para la vista de todos los afortunados que viajan hasta la isla, una estampa de revista.
Saint Jean
Rodeada por magníficas playas, y encantadores arrecifes de coral, esta isla se han convertido en un placentero lugar para un público selecto de clase alta, que quiere dejarse llevar por la gratificante experiencia que ofrece sus tranquilos y recónditos espacios paradisíacos, y sus restaurantes avalados de una exquisita fama gastronómica internacional.
Se caracterizan por tener pequeñas villas y hoteles a pie del mar, o bien en lugares un poco escondidos entre la colina, pero siempre manteniendo todos su discreción y elegancia que los diferencia del resto de los alojamientos en una isla del caribe. No obstante, algunos de estos lujosos hoteles ofrecen a sus huéspedes unas maravillosas vistas del mar, como es el caso del hotel
Es el resort más grande y lujoso de la isla, cuenta con dos playas blancas que hacen contraste con las habitaciones de colores cálidos y alegres que invitan a disfrutar de un placentero alojamiento con vistas al océano. Además de piscina privada y un spa, Spa My Blend by Clarins, con una amplia carta de terapias llevada a cabo por expertos terapeutas y masajistas. A esto hay que añadirle las sesiones Wellness impartidas en el Fitness center con un coach que te ayudará en tu entrenamiento. Si lo que quiere es un cambio de look, los salones de belleza son todo un aliciente idóneo para una imagen renovadora.
Las comidas en este resort es todo un placer para el paladar que te proporcionan las exquisiteces de su restaurante. Comer o cenar y tener el mar a tus pies es posible en este lugar de experiencias inolvidables.